Economía. Para ahorristas: ¿Cuál es la mejor estrategia para invertir $20.000, $50.000 o más de $100.000?
Ámbito dialogó con especialistas sobre las mejores alternativas que tienen los inversores en función de su disposición al riesgo, del horizonte temporal de la inversión y de los diferentes objetivos a la hora de invertir, que pueden ir desde conservar el poder adquisitivo de su dinero hasta buscar la mayor tasa de ganancia posible.
Como viene señalando Ámbito en diferentes notas que detallan las posibilidades de inversión que hay en el mercado, las recomendaciones para el ahorrista varían en función de su disposición al riesgo, del horizonte temporal de la inversión y de los diferentes objetivos a la hora de invertir, que pueden ir desde conservar el poder adquisitivo de su dinero hasta buscar la mayor tasa de ganancia posible.
En esa línea, y a partir del testimonio de varios especialistas, a continuación detallamos las estrategias más adecuadas para una cartera de inversión chica, para una mediana y para una grande:
Para una cartera de $20.000
“Ante perfiles de menos riesgo y horizontes cortos siempre es recomendable elegir fondos e instrumentos con baja volatilidad, de manera de evitar que cualquier evento de riesgo nos pueda afectar en ese corto período”, sostuvo Juan Miguel Salerno, director de inversiones en Compass Group.
Si la inversión es de corto plazo, el contador con Master en Finanzas recomendó Fondos Comunes de Inversión (FCI) compuestos por instrumentos que ajustan por inflación (CER) como el Compass Ahorro, que tuvo una rentabilidad anualizada del 45% entre enero y mayo de este año.
Cabe remarcar que las ventajas de invertir en un FCI, en lugar de acudir directamente a los activos, radican en su liquidez, su diversificación y en la posibilidad que le brindan a los ahorristas de operar instrumentos a los cuales no hubiesen podido acceder por cuenta propia. Además, el dinero es manejado por gente con experiencia en la materia que, probablemente, tenga una mayor capacidad de adaptarse a los vaivenes de la economía a nivel local y global.
Uno podría suponer que el perfil de riesgo del inversor está en algún punto vinculado con su capacidad de ahorro ya que las personas con mayores excedentes tienen menos para perder que aquellas con presupuestos más ajustados.
En ese sentido, desde Balanz también recomiendan depositar en FCI inversiones pequeñas de aproximadamente $20.000. En diálogo con este diario remarcaron las diferentes alternativas que tienen los ahorristas en función de sus objetivos: para quienes buscan una inversión similar a un plazo fijo ofrecen el Fondo Balanz Ahorro, para quienes quieran cubrirse contra la inflación sugieren el Fondo Balanz Inflation Linked, mientras que para aquellos que prevén una devaluación significativa del tipo de cambio la mejor opción es el Fondo Balanz Dólar Linked.
Para una misma cartera, el director de Portfolio Personal Inversiones (PPI), Santiago Abdala, sugirió “dejar un 10%/15% en un fondo T+0 ó Money Market en caso de que haya necesidad de liquidez inmediata, y el resto en algún fondo que ajuste por CER o eventualmente en alguna letra indexada por CER”.
Los FCI Money Market son instrumentos de muy corto plazo, que pueden ser ideales para poner a rendir el dinero mientras se espera el vencimiento de gastos mensuales como los servicios públicos, el alquiler o las actividades de los hijos.
En cuanto a los títulos CER, Abdala recomendó para este segmento fondos cortos como el SBS Renta Pesos, que en mayo rindió 4,2% mensual contra una inflación estimada en torno al 3,5%.
Vale remarcar que a mayor duration (medida del vencimiento medio ponderado de todos los flujos que pagan los bonos) de las carteras, los rendimientos son mayores pero también lo son la volatilidad y el riesgo. Actualmente, a partir de 2022 los retornos reales de la curva CER ya son positivos.
Dentro de las opciones indexadas por inflación también se puede destacar al plazo fijo UVA a 90 días, que en la mayoría de los bancos otorga un rendimiento real positivo del 1%. En los últimos meses esta opción fue ganando popularidad y participación dentro de las colocaciones a plazo, en detrimento de los plazos fijos tradicionales cuya tasa se volvió negativa en términos reales desde el último trimestre del año pasado.
Para una cartera de $50.000
Si la capacidad de ahorro del individuo asciende a un número cercano a $50.000, Abdala ve con buenos ojos una estrategia similar a la del pequeño inversor aunque con algunas colocaciones adicionales. «También dejaría un 10% en fondos de muy corto plazo. Del resto pondría $20.000 en un fondo CER, $10.000 en algún instrumento dollar linked y $5.000 en acciones argentinas del sector energético y/o financiero (Banco Galicia, Macro, YPF o Pampa Energía) o en Cedears de sectores cíclicos (algún banco norteamericano como Wells Fargo o JP Morgan)”, puntualizó.
Diego Demarchi, gerente de Wealth Management de Balanz, también se enfocó en los Cedears. «Preferimos identificarlos por sectores donde vemos un gran potencial de crecimiento; al día de hoy ya hemos lanzado estrategias distintas enfocadas en commodities, conectividad 5G, inteligencia artificial y autos autónomos, estrategias de temáticas sobre tecnologías que sostenemos que tendrán un rol principal en el futuro cercano», señaló.
«Es una alternativa ideal y muy accesible para aquellos clientes que deseen posicionarse en acciones diversificando el riesgo local en un amplio universo de alternativas que cada vez gana más volumen de negociación. Dentro de estos packs hay empresas de primera línea como Qualcomm, Apple, NVIDIA, Amazon, Bidu, Tesla, Deere & Company y Freeport-McMoRan», agregó.
Para una cartera de $100.000 o más
Por último, Abdala conformaría una cartera de inversión grande de esta manera: “Con $100.000, nuevamente dejaría un 10% en Money Market, depositaría $40.000 en bonos CER, $20.000 en dollar linked y $25.000 en acciones o Cedears. Quizás acá sumaría algún papel de firmas tecnológicas como Mercado Libre o de Bioceres”. Para este tipo de portafolios, el economista sugirió invertir 1/4 de la parte CER en fondos largos como el Consultatio Deuda Argentina, que en mayo brindó un retorno mensual del 4,7%.
De manera similar, Demarchi haría «un mix, equilibrando entre renta fija y variable con alguno de los fondos mencionados anteriormente y un pack de cedears, los cuales son complementarios entre sí».
En resumen, la apuesta por instrumentos con baja volatilidad es el norte que debe tener la inversión de un individuo con perfil conservador o que siente que tiene mucho para perder dada su escasa capacidad de ahorro. Paralelamente, para una persona más pudiente, la diversificación del riesgo es un ordenador importante de las decisiones.
Para las carteras más pequeñas, los instrumentos CER parecen ser los que más consenso generan entre los especialistas. Para las carteras más caudalosas, ganan atractivo las acciones, fundamentalmente los Cedears de sectores con buenas perspectivas de crecimiento.
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